Páginas

jueves, 21 de octubre de 2010

Historias de un erasmus atípico (III)

Hoy, mientras estaba cumpliendo con mi cupo de 8 horas de laboratorio, se ha producido la afrenta que temía desde hace una semana. Aprovechando que no llovía (y aunque ha hecho un frío del carallo), han podado definitivamente los arbustos que me servían de cortina y, por estar en la zona de entrada principal a la residencia, mi habitación se ha convertido en un puñetero escaparate.

Y, hablando de habitación, hilé y me di cuenta de que no os la había enseñado. Saqué un par de cochambrosas fotos y las subí. Allá van.





Dicho lo cual y haciéndoos saber que el proyecto parece que se va perfilando, aunque en el rediseño del que os hablé en el principio de los tiempos cada vez surgen más problemas e ideas todavía más dispares cuando lo creíamos terminado, me despido. Que he de ver Repulsión y escribir, escribir, escribir.

1 comentario: